El párrafo cinco tiene una imprecisión que vale la pena aclarar ya que por interpretar de esa forma la escritura muchos hermanos se han estancado en su vida espiritual porque no se consideran elegidos por Dios o se han ensoberbecido creyendo que sus obras son las ve Dios para acercarlos a El. Este párrafo nos pone varios ejemplos de varones de Dios que efectivamente sus obras eran buenas, pero eran buenas porque Dios les había tocado su ser y los transformo, y todo esto por la misericordia de Dios, es bastante claro el versículo 16 de Romanos 9 Así que no depende del que QUIERE ni del que CORRE sino de DIOS que tiene misericordia. Entonces no por mucho correr o mucho querer se logra la misericordia de Dios, es únicamente a quien Dios ha querido, eso es la elección de Dios.
Demos gracias a Dios porque, cada uno de nosotros somos elegidos de Dios, debemos estar seguros de que Dios ha tenido misericordia de nosotros. Porque El así lo quiso, no por lo que hice u omití, incluso Dios me vio antes de tener fe, porque aun la fe Dios la pone en nuestro ser Ro 10.17, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.
Concluyendo: Si estoy dentro de los planes de Dios es porque Dios quiso tener misericordia de mí, deposita fe en mí, y si estoy dispuesto a atender el llamado me limpia y me otorga de su espíritu Ef 1.13-14, si ya tengo el espíritu de Dios en mi, mi comportamiento será el de un amigo de Dios y entonces si, como dice Santiago haremos obras porque tenemos fe.
Pregunta tres: Una vez que he decidió renunciar a la maldad que hay en mi ser, la siguiente acción es el dejar que Dios me llene de El, ya que sino no permitimos que Dios nos de una nueva vida nos quedamos vacíos y pasa lo que dice el Señor las obras postreras son peores, y tampoco puedo hacer obras de piedad ya que aun no he sido transformado por el Señor. Este proceso lo podemos ver en la vida del apóstol Pablo Hechos 9 Saulo escucha la voz del Señor y en ese momento cae humillando sabiendo que contra El no se puede nada, y se pone a la disposición de Dios, que quieres que haga? Lo deja ciego y lo manda a un lugar apartado de todos para que durante esos días este en oración recibiendo el espíritu de Dios y la preparación para la grande obra que le encomendaría el Señor. Si Saulo no se rinde ante el Señor y no accede a ser moldeado por El no hubiera podría hacer ninguna obra de fe.
En resumen: Renuncio a la maldad que hay en mí, dejo que me molde el Señor y ahora si puedo hacer obras de fe para el crecimiento de la obra.
Demos gracias a Dios porque, cada uno de nosotros somos elegidos de Dios, debemos estar seguros de que Dios ha tenido misericordia de nosotros. Porque El así lo quiso, no por lo que hice u omití, incluso Dios me vio antes de tener fe, porque aun la fe Dios la pone en nuestro ser Ro 10.17, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.
Concluyendo: Si estoy dentro de los planes de Dios es porque Dios quiso tener misericordia de mí, deposita fe en mí, y si estoy dispuesto a atender el llamado me limpia y me otorga de su espíritu Ef 1.13-14, si ya tengo el espíritu de Dios en mi, mi comportamiento será el de un amigo de Dios y entonces si, como dice Santiago haremos obras porque tenemos fe.
Pregunta tres: Una vez que he decidió renunciar a la maldad que hay en mi ser, la siguiente acción es el dejar que Dios me llene de El, ya que sino no permitimos que Dios nos de una nueva vida nos quedamos vacíos y pasa lo que dice el Señor las obras postreras son peores, y tampoco puedo hacer obras de piedad ya que aun no he sido transformado por el Señor. Este proceso lo podemos ver en la vida del apóstol Pablo Hechos 9 Saulo escucha la voz del Señor y en ese momento cae humillando sabiendo que contra El no se puede nada, y se pone a la disposición de Dios, que quieres que haga? Lo deja ciego y lo manda a un lugar apartado de todos para que durante esos días este en oración recibiendo el espíritu de Dios y la preparación para la grande obra que le encomendaría el Señor. Si Saulo no se rinde ante el Señor y no accede a ser moldeado por El no hubiera podría hacer ninguna obra de fe.
En resumen: Renuncio a la maldad que hay en mí, dejo que me molde el Señor y ahora si puedo hacer obras de fe para el crecimiento de la obra.