Al igual que en la lección pasada, aquí se nos hace reflexionar sobre la conducta que tenemos los hijos de Dios, con respecto a las festividades que el mundo tiene como forma de vida, las cuales tienen su origen en el paganismo y/o en el catolicismo.
El hermano nos proporciona datos muy valiosos para saber que diversas festividades, tienen su origen no dentro de la palabra de Dios, y creo que por falta de espacio no se mencionaron otras festividades como son el día de la madre, el del padre, el del maestro, la rosca de reyes, etc. Aunque en algunos casos se pretenda utilizar algunos pasajes bíblicos, para apoyar darle sustento divino a algunas de estas festividades, si nos ponemos a investigar encontraremos el verdadero origen de tal celebración y nos daremos cuenta que no tienen nada que ver con nosotros como hijos Dios.
Como seres que el Señor ha transformado, todas esas celebraciones, ya no son nuestras; no participamos de ello; y ya ni siquiera nos llaman la atención ya que el Señor ha renovado nuestro espíritu y nuestra mente Ef 4.23 y He 10.16, de manera que una vez que Dios ha escrito sus leyes en nuestras mentes y corazones ya no pecamos más 1Jn 3.10, la simiente de Dios de esta en nosotros y es esa semilla la que germina y hace producir frutos para justicia no para el pecado. Así que las fiestas que la gente celebra nos tiene sin cuidado, ellos que las hagan, ya veíamos en la lección pasada un pasaje en Ap 22.11, guiados por el espíritu de Dios, cuidamos nuestros vestidos blancos, el Señor nos los a dado y el sustenta en nuestra vida para no pecar..
Aunque siempre es bueno recordar que hay eventos que la gente celebra, ya que a nuestras congregaciones llegan almas nuevas que requieren de cierta información para reforzar la predicación de la buena nueva, y que se den cuenta que esas festividades no forman parte de las celebraciones que tiene la iglesia de Dios.
En esta ocasión me gustaría invitarlos a que investiguen por este medio, sobre el origen de diversas festividades, que en ocasiones están en duda porque no tiene una connotación religiosa, por ejemplo: todos los elementos que forman parte de una boda, el vestido, los anillos, las arras, los adornos en el lugar de celebración… y así podemos darnos cuenta el verdadero significado y origen de todo ello, y en todo caso ya no participar de ello o confirmar que no hay ningún problema.
Esta lección nos lleva a reflexionar sobre la conducta que tenemos cada uno de nosotros, y hacernos una pregunta, ¿me sigue llamando la atención participar de esas festividades? Sí la respuesta es Sí, entonces pídale a Dios para que renueve su ser y que ya no sienta esa necesidad, sí la respuesta es No, entonces sigamos en esta carrera hacia el blanco que es nuestro Señor Jesucristo.
Ha terminado un trimestre más, y espero que Dios me siga permitiendo realizar este trabajo para el próximo trimestre, donde también pretendo hacer comentarios a las lecciones de los niños.
Que Dios nos siga bendiciendo y Paz a vosotros.
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