viernes, 29 de octubre de 2010

Lección 5 y 6 - El estado de los muertos

Entrada aclaratoria.

En cuanto a las lecciones para los niños (la lección 5 y la 6 que es una segunda parte de la 5), no tengo comentarios, ya que se me hacen que están muy bien hechas, son concisas y directas y sobre el tema del estado de los muertos ya publique una entrada el trimestre pasado. Lección 4 ¿Nos vamos al cielo?

Paz a vosotros:

Nos vamos al Concilio 2010, en Xalpa de los Baños, Estado de México, oren a favor de esta reunión, para que todos los conciliares lleguemos, permanezcamos y regresemos con bien.

Que Dios nos siga bendiciendo.

Lección 6 - Una limpia conciencia


Una limpia conciencia equivale a tener un equilibrio espiritual óptimo, y sólo nuestro Dios, por medio de nuestro Señor lo hace.

Cuando nuestra conciencia nos recrimina, hay inestabilidad, no estamos a gusto, tenemos algo pendiente, hay angustia y por lo tanto, como dice el objetivo de la lección, no tomamos las decisiones adecuadas en cualquier ámbito de nuestra vida.

Es sólo a través de la incomodad, que generan las consecuencias de haber tomado una mala decisión, que puede surgir en el ser humano el verdadero deseo de cambiar, para ya no volver a vivir esa misma situación (arrepentimiento). Ese es el instante en que si recurrimos al Señor, con el verdadero deseo de cambiar y de dejar todo eso atrás, que el Señor hace su labor en nosotros, justificándonos Ro 3.24, 8.30; y creando un nuevo ser Ro 6.4, 2Co 5.17, el cual es cuidado y protegido por Dios para ser llevado a la perfección Ef 5.25-27, 1Pe 5.10. Así, sólo tomados de la mano del Señor, podemos conservar limpia nuestra conciencia. Y de esa forma no perder la estabilidad emocional y espiritual, de esa forma tomaremos mejores decisiones.

En cuanto a lección me hubiera gustado que primero se presentara el ejemplo de lo que es una mala conciencia, es decir cambiaria la pregunta 3 y 4 y las pondría en la pregunta 1 y 2, para ya luego poder hablar específicamente y sólo de lo que es una buena conciencia, su importancia y como obtenerla..

Pregunta 5: Creo que esta es la pregunta central de la lección, y son muy claros los textos de las escrituras y sobre todo el hermano (que realiza la lección) al enfatizar las palabras: “procuro” y “demanda”, uno por sí sólo no pude obtener la limpieza de la conciencia, esa sólo es labor de nuestro Padre, como lo expuse anteriormente. Es producto de nuestra diligencia el que se pude obtener una conciencia limpia demandada al Señor

De forma que el asunto es sólo decidirnos a vivir un cambio verdadero, por lo cual si pedimos a Dios, obtenemos una conciencia limpia, y la conservamos manteniéndonos unidos al Señor en oración como lo dicen la pregunta 6 y 7.

Comentario a la reflexión: Cabe aclarar que nosotros no nos convertimos al Señor, es el Señor quien nos convierte. Como producto de una reflexión profunda y el verdadero deseo de ser sanados.

lunes, 25 de octubre de 2010

Lección 5 - Un mal hábito


Un hábito, sea como fuere, puede cambiar, para bien o para mal. En esta lección hablamos de un mal habito, el cual con la ayuda de Dios lo podemos corregir, para beneficio de nuestro espíritu.
Dentro de nuestra forma de vida, hay aspectos que la palabra de Dios no marca como pecado, pero que si detienen nuestro crecimiento espiritual, tal es el caso de los malos hábitos. Casi siempre los hemos adquirido desde nuestra infancia, producto, en su mayoría, de la familia donde crecemos. Los hábitos son producto de la imitación hacia nuestros padres, en su mayoría, tenemos los hábitos que tenían o tienen nuestros padres; ellos veían la vida de cierta forma y tenían diversas reacciones para enfrentar la vida, esas reacciones son los hábitos que se quedan en nosotros (buenos o malos).
El hábito de quejarse de todo cuando nos pasa, de lo que en apariencia nos perjudica, es algo que en algún momento vimos en nuestros padres; y así nosotros hemos heredado en nuestro inconsciente el quejarnos de todo “lo malo” que pasa en nuestra vida. Esto es lo mismo que pasó al pueblo de Israel, desde sus orígenes se quejó, del calor del desierto, de que no tenían que comer y ni siquiera un lugar donde ser sepultados; así aprendió el pueblo y en el antiguo testamento vemos la constante queja en todos los tiempos del pueblo de Israel.
Como dije anteriormente esto no es un pecado, siempre que no se blasfeme de Dios, pero si es un impedimento para el correcto desarrollo de nuestro espíritu.
Pero ¿Cómo dejar de quejarnos? Creemos (como creían nuestros padres), que la vida no ha sido justa con nosotros, lo cual produce insatisfacción. Aunque tengamos lo necesario, el mal habito que esta en nuestro inconsciente, hace que surge el deseo de quejarse. En pregunta siete de la lección, se citan dos proverbios que hablan de que los hombres de bien estamos contentos con lo que tenemos; y es que esa la clave y para eso nos ha llamado Dios, para ser personas felices, y que es la felicidad sino estar cada día menos angustiado.
Quitarnos el mal habito de quejarnos, se logra sólo con la capacidad que tengamos de contentarnos con lo que tenemos como dice el Apóstol Pablo Fi 4.11, y esa capacidad surge en nosotros como un fruto del espíritu, la cual la Palabra de Dios,llama Gozo, cuando en nosotros es depositado el Santo espíritu de Dios Ef 1.13-14, uno los efectos sanadores en nosotros es el gozo Ro 14.17, Ga 5.22, Ro 15.13.
Así que la forma con la cual se puede quitar de el mal hábito de quejarnos, es dejando que el Santo espíritu de Dios habite en nuestro ser 1Co 3.16, y que empiece esa transformación interna, para saber quienes somos (hijos Dios) y el valor que tenemos (la sangre de Cristo), y una vez que el poder de Dios actúa en nuestro ser, aprendemos a valorar lo que tenemos, como una bendición de Dios y no en cantidad. Y si sabemos que es una bendición de Dios, nos llenamos de gozo al saber que para Dios somos importantes, porque su bendición es igual constante. Y somos felices con todo lo que tenemos y más con lo que somos.

lunes, 18 de octubre de 2010

Lección 4 - Nacimiento de Jesús

La navidad es la principal fiesta del pueblo católico, que ha contagiado incluso a toda la sociedad, tenga la religión que tenga. Y siempre es bueno recordar que NO es una festividad propia de la Iglesia de Dios, por lo tanto NO la festejamos, ni la festejaremos nunca.

Me gusta la forma en que se presenta la lección, el objetivo es muy claro, la navidad es una mentira, y hay que hacérselos saber a nuestros niños, y la mejor forma es demostrar que el origen de esta festividad es algo falso.

A pesar de que en su mayoría, la gente, sepa que en navidad se festeja el supuesto nacimiento de Cristo, pocos en realidad ven esa festividad con un carácter religioso, para la mayoría es sólo un pretexto más para el desenfreno.

La lección de los niños dice muy claramente, Jesús NO nació el 25 de Diciembre. Esto es lo que deben saber nuestros niños y también los siguientes aspectos: Demostrarles con la Palabra de Dios, cual es la fecha aproximada del nacimiento del Señor y sobre todo que la Iglesia de Dios lo que festeja no es el nacimiento, si no la muerte de Cristo.

Con todos estos elementos, les hacemos ver que la navidad es una mentira y que como hijos de Dios no participamos de las mentiras, por muy bonitas que pueden parecer.

Lo que igual veo en la lección es que al mismo tiempo le hacemos ver a los niños que Jesús nació como ellos mismos nacieron, como todos los humanos nacemos, lo cual refuerza la lección pasada.

Lección 4 - Un carazón dividido


La presente lección nos habla de algo llamado ambivalencia o doble moral; la ambivalencia es el estado transitorio o permanente de tener dos emociones o sentimientos opuestos; y la doble moral es el estado en que una persona rige su vida con dos morales al mismo tiempo.
Estos estados en el ser humano a la larga le causan dificultades, ya que hay una lucha interna que causa incomodidad, lo que al ser humano que vive en un estado así, le llevara a la ruina emocional o moral. Aunque hay algunos ser humanos que pueden sobre llevar esta situación sin ningún problema, y quedar bien a nivel personal con las diferentes interacciones que tiene con la gente.
Lo que si es definitivo es que Dios nuestro Padre, reprueba esta forma de vida, a la cual llama tibieza Ap 3.16, y es que Dios sabe que esta situación no es sana para el ser humano Ro 7.22-24, aunque el ser humano no se de cuenta esta situación es de miseria.
Un corazón divido es el titulo de la lección, y que mejor alegoría se podría utilizar, ya que retóricamente los sentimientos descansan en el corazón y por lo tanto sus actitudes que derivan de sus pensamientos Mt 15.19, 12.35, aspecto que vivió el pueblo de Israel durante muchos años en su historia, por lo cual fueron castigados. Aspecto que en lo individual algunos de nosotros como miembros de la iglesia de Dios podríamos estar viviendo.
Entonces se hace necesario recapacitar sobre nuestras vidas, para saber si vivimos una situación semejante, y cualquiera que sea el caso (como dice el último párrafo del comentario) oremos cada día para que Dios nos bendiga con su Espíritu, para que nuestro espíritu siga creciendo en forma adecuada delante de Dios.

Comentarios:

Párrafo tercero: Para mí este párrafo esta mal en su sintaxis, y tratando de entender lo que quiso decir el hermano, y con el contexto del mismo, yo, lo redactaría mas o menos así: “Un corazón dividido, da como resultado varias consecuencias graves, con son: Esa actitud no agrada al Señor, ya que el testimonio que se da, en lugar de atraer, aleja a los inconversos de la presencia del Señor. Esa actitud le impide realizar una vida en plenitud, lo cual acarrea solamente destrucción como al resto de los perversos de este mundo”.
El aspecto segundo lo quito, ya que lo bueno que se obtiene de una actitud de ambivalencia, es precisamente una crisis, cuando uno ya no esta a gusto con su vida y es conciente de ello, es el momento de cambiar.

A la pregunta 7. La forma de evitar la tibieza, primero es poner nuestra voluntad, en el verdadero deseo de cambiar de situación Lc 15.17-18, Dios no nos dejara sin auxilio porque al fin eso es lo que busca, ayudarnos a sanar nuestros dolores Lc 4.18. Y una vez sanados por Dios, este nos llena de su ser y así seguimos en el camino de verdad 2Pe 1.3-8

Es un buen tema, que nos hace recordar que siempre, mientras tengamos vida, contamos con la misericordia de Dios para que llene nuestros corazón de su espíritu, y así seguir en este camino toda esta vida y la por venir, la vida eterna.

lunes, 11 de octubre de 2010

Lección 3 - La infacia de Jesús

Si bien es cierto que Jesús, fue un niño como todos nosotros, con todas las bondades y defectos que tenemos los seres humanos, tuvo la capacidad de decirse por seguir al pie de la letra la religión de sus padres (terrenales) y llegado el momento actuar a favor de su Padre celestial, nuestro Padre celestial.

Efectivamente no era un niño común, la escritura da testimonio de que se fortalecía y se henchía de sabiduría; y aquí quiero hacerle una pregunta a los padres y a los propios instructores de niños, ¿a quien no le gustaría tener un hijo o un alumno como el niño Jesús?, y puedo oír la respuesta de todos, al unísono diríamos a mi. Ahora les hago otra pregunta ¿quienes somos como José y Maria? Para tener un hijo como Jesús se requiere ser unos padres como José y Maria.

Nuestro Padre no iba a dejar el cuidado y la formación de su Hijos, aquí en la tierra, a cualquier matrimonio, sí Dios elige al matrimonio de José con Maria es por una razón muy poderosa, ambos eres seres justos, Mt 1.19, Lc 1.28-29, la escritura no a cualquiera declara justo, José es declarado justo y Maria gozaba de la gracia de Dios, también por su justicia. Esta era la pareja perfecta que Dios elige para formar, guiar y sobre todo cuidar y proteger a su Hijo, durante su infancia ya que su labor en su edad adulta cambiara el rumbo de la humanidad.

Por lo que hemos visto Dios no confió el cuidado de su Hijos a una pareja rica o de buena posición social, tampoco a una familia de ancianos sabios o a una pareja hermosa; Dios confía a su Hijo a una pareja justa, una pareja que llevaba al pie de la letra la ley de Dios, una pareja que se amaba, por que ellos mismos se amaban porque amaban a Dios y sabia que ese mismo amor se lo habrían de transmitir a ese pequeño ser que crecía en gracia y sabiduría.

Reflexión: ¿Somos unos padres como José y Maria, para tener un hijo por Jesús?


Lección 3 - El mensaje de Nahum

Otra lección muy bien hecha pero, particularmente, no me gusta el color que ésta tiene.
Y a continuación (siempre con todo respeto al autor de la misma) expongo mi punto de vista.
La misericordia de Dios es mayor que su ira, Dios es amor. Si se trata de destruir a una nación que sube en contra de su pueblo (Israel), claro que estos en su momento serán destruidos. Pero para los pecadores, aunque en algún momento hayan formado parte del pueblo de Dios (iglesia de Dios), también serán destruidos, en su momento, en lo que se ha llamado juicio final.

COMENTARIOS:

Al objetivo: Dios NO castiga. Esto es un concepto meramente humano, que nos lleva a actuar, no por amor, si no por temor. Incluso esto aplica a los que dejan el Camino, Dios no los castiga, simplemente los deja a sus propios fuerzas, lo bueno que les pase no será por la bendición de Dios, ni los males serán castigo de Dios; simplemente es la ley de correspondencia, cosechamos lo que sembramos 2Co 9.6, claro que el castigo para los pecadores, será al final de los tiempos, todos serán raídos de la faz de la tierra Ap 20.15.

Al tercer párrafo del comentario: NO es difícil permanecer en fidelidad delante de Dios , ni mucho menos en fidelidad de la sana doctrina, es perfectamente claro lo que dice Juan en su primera carta capitulo 3.9, quien ha nacido de Dios no peca, porque la simiente de Dios esta en él; este es un ser que ha sufrido la transformación que Dios le otorgo por medio de su espíritu, semilla o simiente; y con esa parte de Dios (simiente) dentro de nosotros es suficiente para ser fieles al Padre. La actitud que asume el apóstol Pedro, que ponen por ejemplo en este párrafo, es una actitud meramente humana que no tiene que ver con aspectos doctrinales, ni con que Dios haya puesto su simiente en él, e incluso cuando el apóstol Pablo le hace ver ese detalle en su persona, Pedro corrige esa postura y supongo que pidió perdón a quien fue necesario porque era guiado por el espíritu (simiente) de Dios Hch 15.8-9.

Al quinto párrafo: Lo que es cierto es que una vez que Dios nos ha transformado, nosotros cuidamos de esta transformación, con el ejercicio de la fe, dada nuestra condición humana (defectuosa) Ec 7.29, por negligencia He 2.1 podemos perder la visión y así caer, terminando fuera del Camino, lo que la final de los tiempos nos acarrea nuestra destrucción.

A la pregunta tres: Es cierto que quien rechaza la sangre del Señor, una vez degustada, le queda la expectativa de algo horrendo; pero también dentro de nuestra mente tenemos la capacidad de reconocer y sobre todo recordad que El Padre es generoso Lc 15.11.32, y que en su Hijo nuestro Señor, tenemos un abogado 1Jn 2.1. Nótese que esto sólo es en caso de reconsiderar nuestra condición, de ninguna manera esto nos debe llevar a una vida desordenada, delante de nuestro Padre.

A la pregunta cinco: Esta pregunta apoya lo que expuse con anterioridad, si no tenemos cuidado de nuestra salud, otorgada por Dios, el espíritu inmundo vuelve a habitarlo ya lo que encuentra vació.

Reflexión: Cuando dejamos el Camino, lo peor que nos puede pasar en esta vida es no estar con Dios, ya que como dice en Jr 2.19, tu maldad te castigara. Como hijos de Dios, nuestra forma de vida es por amor a Dios y no por miedo a un castigo.

lunes, 4 de octubre de 2010

Lección 2- El mensaje de Jesús


El evangelio es la base primordial de nuestra fe. El evangelio fue una de las dos misiones que tenía nuestro Señor aquí en la tierra, predicar la palabra que le encomendó el Padre, lo cual cumple cabalmente. Sin el evangelio estaríamos fuera de la gracia de Dios, fuera de la salvación, fuera de sus bendiciones, y fuera de la posibilidad de la vida eterna. De ahí la gran relevancia que tiene para nuestras vidas el evangelio y su predicación.
Me siento contento de la forma en que esta lección esta presentada a nuestros niños, muchos de los cuales han nacido en el evangelio razón de más para que aprendan a valorar las enseñanza de las cuales son parte; esta es su identidad, nuestros niños son parte de esas bendiciones que tenemos producto de que hemos aceptado las buenas nuevas de salvación que predicara nuestro Señor. E incluso los niños pequeños que no nacieron en el evangelio ahora aprenderán a valorar las bendiciones que nos acarrea creer y vivir el evangelio de Dios.
Parte de esa enseñaza es darle a los pequeños una identidad, bien lo dice el versículo para memorizar, el evangelio no nos avergüenza porque es poder de Dios, para darnos salud a nuestra vida, por eso nuestros hijos también crecen de forma saludable.
En cuanto a la lección sólo veo un pequeño detalle, en la pregunta 5, los miembros de la iglesia que conocemos el evangelio ¿Qué debemos hacer?, me gustaría que dijera ¿Qué hacemos?, recuerden el evangelio no es un deber es una forma de vida.

domingo, 3 de octubre de 2010

Lección 2- El trabajo en el Señor no es en vano


Definitivamente cuando trabajamos por el Señor y en el Señor nada es en vano, todo tiene su justo valor y su justa recompensa.
En esta lección analizamos muchos ejemplos de personas que realizan actos, que en aparecía son pequeños, pero en realidad son de gran trascendencia por sus efectos. En esta ocasión no hablamos de predicadores, profetas, jueves, lideres, hablamos de personas sencillas, que dispusieron su tiempo, fuerzas, recursos, inteligencia, creatividad, amor y fe, con el único propósito de servir. Y es esta la palabra clave, servicio.
En esta lección se pretende hacer reflexionar a todos los miembros de la Iglesia de Dios, para que valoremos todos y cada un de los “pequeños” trabajos que, localmente, realizan aquellos hermanos y hermanas que no están dentro del ministerio, y que por lo mismo no son personas de renombre. Como la lección nos dice, el trabajo que hacen ellos es un trabajo silencioso, pero no por eso no es valido, todo lo contrario tiene el mismo valor que el del ministro, diacono o director de cultos.
Recuerdo una parábola de mi Maestro, un patrón sale a buscar obreros para su villa, por la mañana y conviene con ellos el sueldo, al medio día sale nuevamente por obreros y convienen el pago, y así casi al terminar el día, nuevamente sale por obreros para el trabajo, al finalizar la jornada, a todos les paga exactamente lo mismo, sin importar si trabajaron todo el día, medio día o sólo unas horas del día, y tampoco si importar cual fue la labor especifica que los obreros desempeñaron, como todos trabajaron a todos se les pago lo mismo.
Eso hace nuestro Dios con nosotros, no importa la labor que desempeñemos ni el tiempo que estemos realizando esa labor, si somos auténticos obreros, el Señor nos recompensara exactamente igual a todos.
Como predicador de la palabra, en lo personal, esta lección me hace reflexionar en lo siguiente: Sí mi trabajo lo hago con autenticidad, con sinceridad, y sobre todo con el propósito de agradarle a mi Dios y a mi Señor, es tan valioso como el que realiza otro varón o mujer, que no están detrás del pulpito; porque al igual que yo, sí ese trabajo se hace con autenticidad, sinceridad y con el propósito de agradarle a Dios, y al Señor, los dos y todos lo que trabajamos así recibiremos nuestra gran recompensa.
Hermanos predicadores, valoremos el trabajo que hace la congregación y oremos para que nuestro Padre siga bendiciéndoles.