Definitivamente la capacidad de procrear una vida es una grande bendición de parte del Padre, razón por la cual surge en nosotros el agradecimiento, pero también nace en nosotros la responsabilidad que corresponde a nuestra madurez, por criar y formar, a esos pequeños dentro del mejor de los ambientes, pero sabemos que esta es una labor enorme, de ahí que al presentar a nuestros hijos a Dios, igualmente busquemos de esas bendiciones para que nuestros hijos crezca de la forma mas sana posible en todos los aspectos de su vida, principalmente en el espiritual.
Vemos una bonita instrucción a raíz de un evento dentro de la vida del Señor Jesús: Cierto día unos padres se acercan al Señor con el fin de que pusiese las manos sobre sus hijos y que estos fueran bendecidos, a esta acción los apóstoles les reprenden y les impiden el paso hasta el Señor, pero el Señor les instruye a que no hagan todo lo contrario, había que dejar a los niños acercarse a Él. Podemos entender que los padres de esos niños se fueron muy felices por haber recibido las bendiciones del Señor.
En cuanto a las preguntas sólo me gustaría comentar de la numero dos: la pregunta dice ¿Qué debemos hacer cuando Dios… no es un deber el presentar a nuestros hijos a Dios, es una respuesta de agradecimiento por haber tenido esa bendición; de forma que la pregunta debe estar así ¿Cuál es nuestra respuesta cuando Dios… lo que recibimos de Dios eso le damos.