lunes, 25 de abril de 2011

Lección 5 – Panes ázimos

Esta fiesta inicia el 15 de nisan, al tiempo que se come la pascua; de hecho es uno de los elementos que forman parte de la pascua. Esta festividad nace porque esa noche el pueblo de Israel abandonaría Egipto, por lo cual no tendrían tiempo para cocinar los panes con levadura, desde entonces los judíos (porque es de ellos) la siguen celebrando. Cuando el Señor instituye la Cena toma de esos elementos el pan ázimo y le da el símbolo de su cuerpo, por eso nosotros seguimos utilizando exactamente ese mismo tipo de pan al participar de la Cena del Señor. Esa es la importancia real de los panes ázimos o sin levadura, que cada año comemos lo cual confirma que día a día estamos en comunión con el Señor Jn 6.51. Es el único día y el único momento en que comemos solamente un trozo de pan sin levadura, simbolizando el cuerpo de nuestro Señor Jesús, pero no lo hacemos por celebrar la fiesta de panes ázimos es por celebrar la Cena del Señor.

En la Iglesia de Dios no existe ninguna duda a la cuestión de que si celebramos o no la fiesta de los panes ázimos. NO la celebramos por lo que dice el apóstol Pablo en Co 2.14 y es bastante claro al decir que la cedula de los ritos quedo anulada cuando Cristo murió, porque todo lo concerniente a ritos, al venir Cristo, se convierte contra nosotros, ya que todos esos ritos solo son símbolos y estando ya presente el Señor para la Iglesia de Dios no tiene valor alguno. Sí se pretende realizar esa celebración estamos menospreciando a Jesucristo porque estaríamos poniendo el símbolo por encima de Él. No tenemos necesidad de más argumentos, ya que si los buscamos estaríamos forzando las escrituras.

miércoles, 20 de abril de 2011

Lección 4 – La salvación polémica circuncisión o incircuncisión.


La palabra de Dios es sumamente clara en este tema que se gesto al inicio de la Iglesia de Dios, como nos dice la lección, había hermanos de origen judío que querían que los hermanos de origen gentil se circuncidaran para así formar parte de la Iglesia de Dios.

Me gustaría tratar de explicar el fenómeno de esa época a un nivel social: Los judíos, para entonces. ya tenían una religión y una identidad de aproximadamente unos tres mil años, todas y cada una de sus leyes había sobrevivido a años de esclavitud, años de invasión de diversos imperios antiguos; si una religión, cultura e identidad sobreviven a todo ello nos dice que es sumamente sólida; lo único capaz de romper con ello era el propio creador de esa religión es decir nuestro Señor Jesucristo. A ese panorama se enfrento nuestro Señor con la doctrina que nuestro Padre le dio, muchos escucharon, y a muchos movió para bien o para mal, muchos decidieron romper con su antigua religión, otros, por que atentaba contra esa religión decidieron matarlo y lo lograron. En lo subsecuente los apóstoles siguieron predicando esa misma doctrina, y como era de esperarse muchos más decidieron cambiar a la doctrina del Señor.
Una de las grandes tradiciones-doctrinas, de la religión judía es la circuncisión, básica para el pueblo de Israel es parte fundamental de su identidad, sino se esta circuncidado no se es judío. Dios le pide a Abraham cortar la piel que cubre su prepucio, de esa forma se sellaba el trato que hizo con él, además le pide que a todos los varones de su casa (si quieran ser parte del pueblo de Dios) también sean circuncidados; a partir de entonces, por religión e identidad todos los judíos se circuncidan, solamente así forman parte del pueblo de Dios.
La Iglesia de Dios del primer siglo, en sus inicios, estaba formada sólo por judíos, al paso de un tiempo, gracias a la predica del apóstol Pablo, se incorporaron personas de origen gentil, con lo cual los hermanos judíos, con su identidad judía en mente, pretenden que quienes se vayan incorporando a la Iglesia de Dios, para formar parte del nuevo pueblo de Dios (la Iglesia de Dios), se circuncidaran como lo hacen en el pueblo de Israel. Esto, para los hermanos de origen gentil resulto muy incomodo y causo mucha polémica en la congregación de Dios.

Por lo cual es apóstol Pablo, por revelación directa de Jesucristo, le hace ver a toda la Iglesia de Dios, que la circuncisión ya no es necesaria, que era un ritual más en Israel y como ritual fue abolido por el Señor Jesús en su muerte; en todo caso si hay un ritual que nos une a Dios este se hace en el interior del hombre (corazón).

No ha habido desde entonces problema con este tópico y otros que forman parte de rituales judíos hasta nuestros días (razón por la cual se escribe esta lección) en la actualidad hay muchos que pretenden ser judíos cristianos, que llegan a las diferentes congregaciones de la Iglesia de Dios y dan argumentos, donde dicen que es necesario cumplir con algunas de las normas judías, combinándolas con algunas doctrinas de la Iglesia de Dios; este movimiento se ha autodenominado mesiánico, y buscan lo mismo que nuestros hermanos de origen judío, de la Iglesia del primer siglo, asunto que de forma contundente aclara el apóstol Pablo.

Reflexión: El apóstol Pablo nos instruye en varias de sus cartas, que la religión judía (de carácter ritual) fue abolida por nuestro Señor Jesucristo, si nos decimos ser discípulos del Señor, no estamos obligados a cumplir con ninguna norma ritual de esa religión.

lunes, 11 de abril de 2011

Lección 3 - Carnes inmudas


El no comer carne de animales inmundos, es una de las bases de la doctrina de la Iglesia de Dios, es una de los aspectos que nos caracteriza como pueblo de Dios, y es importante que conozcamos esta característica para que no equivocar. Dios cuida incuso en nuestra alimentación.

La lección esta bien estructurada, y me gusta que quiere darnos a conocer ley de la alimentación pero no desde Levítico sino desde los inicios de la humanidad, desde la época de Noe, quien sabia que animales eran considerados inmundos y limpios. Lo que nos indica que esta ley es exclusiva del pueblo de Dios. Todos aquellos que desean seguir en comunión con Dios en todas las épocas se abstienen de las viandas que Dios nos dijo que no comiéramos, y la razón más validad para eso la vemos en 1Pe 1.14-16, si seguimos las formas que nos da Dios, somos santos porque Él es Santo, es decir nos parecemos más a nuestro Dios.

Las preguntas por igual van encaminadas a demostrarnos que esta ley no fue expresada en exclusividad al pueblo de Israel, sino que es para todos los adoradores de Dios, aquellos a los que Dios ha santificado y que desean conservar esa santidad en su espíritu.

Solo me gustaría comentar de algunas preguntas, donde creo que las citas están algo forzadas o mal interpretadas.

Pregunta 1. Desde el principio se deja ver en las escrituras que existía la diferencia entre animales limpios e inmundos, de los animales limpios se tomaban para elevar sacrificios a Dios, como dice Gn 8.20, En esa época se autoriza a comer animales, Gn 9.3-6, claro el pueblo de Dios sabia que si los animales limpios eran para Dios, también de esos mismos animales se puede comer.
Al final se hace esta pregunta: Para que sirven los animales no limpios? Y se cita Gn 9.3 en esta porción de la escritura, habla de los animales limpios, los compara a las frutas y legumbres, por lo tanto no puede hablar de animales impuros, es en este momento de la historia del pueblo de Dios donde a sus adorares Dios les da permiso de comer carne (antes sólo se comía del fruto de la tierra), con la restricción de no comerla con su sangre.

Preguntas 2 y 3. Es interesante el planteamiento en estas preguntas acerca de nuestra salud, pero me gustaría fuera más especifica la lección ya que si se habla de salud física, los versículos se fuerzan nuevamente, pero si se especifica que es salud espiritual entonces si quedan a la perfección porque lo que realmente dañamos cuando comemos animales inmundos es nuestra salud espiritual.

Pregunta 7 El comer animales inmundos no contamina nuestro cuerpo, contamina nuestro espíritu, hace que manchemos nuestras ropas que el Señor ha lavado con su sangre, de modo que esta pregunta creo que no es adecuada para este tema.

Reflexión: No comemos animales inmundos porque así lo ha determinado nuestro Dios, nosotros queremos ser como Dios, y siguiendo las indicaciones de nuestro Padre lo estamos haciendo.

lunes, 4 de abril de 2011

Lección 2 – La historia de la Iglesia de Dios en el nuevo testamento

En esta ocasión el titulo de la lección si esta acorde al contenido de la misma, en la cual analizaremos el origen de la Iglesia de Dios, el cual esta en el mismo Jesucristo.

El texto para memorizar nos ilustra sobre el inicio de la Iglesia de Dios, el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo instituye la Iglesia. Le declara al apóstol Pedro el propósito de fundar un grupo de personas que siguieran la doctrina que vino a predicar, la doctrina que su Padre nos dio.

La lectura base en Pedro en su primera carta, nos dice a toda la Iglesia sobre quien esta fundamentada la misma, y es el propio Cristo, no hay otra piedra principal, sino el Señor, no hay otro fundamento sino Cristo mismo.

La introducción de la lección nos lleva paso por paso desde que Jesucristo inicia su ministerio, hasta donde es crucificado; pero es en ese espacio de tiempo, donde revela a uno de sus apóstoles el propósito de que ese grupo de seguidores permanecieran juntos, formando una unidad que El siempre guiara. Este grupo de personas en un principio fueron llamados, por la sociedad que les rodeaba, cristianos; pero en el seno mismo del grupo se conocían como Iglesia de Dios. El último párrafo tenemos varias citas donde el apóstol Pablo nos llama Iglesia de Dios.

Hasta aquí la lección esta muy bien estructurada tanto en comentarios como en textos, pasemos a las preguntas.

Las preguntas uno, dos y tres, son bastante educativas, sólo tengo comentarios sobre la pregunta cuatro, en la cual veo que las citas que se han puesto están algo forzadas, ya que no hay ninguna cita que nos diga abiertamente que esa Iglesia que funda Cristo Mt 16.18, debe ser llamada Iglesia de Dios, ni mucho menos que alguien le haya puesto ese nombre.

Como iglesia sabemos que ese es el nombre de la Iglesia que funda Cristo porque así la llama el apóstol Pablo en las diversas provincias donde existía ese grupo. Así queda asentado en las Escrituras el nombre de creyentes del Hijo y del Padre. No requerimos de forzar ningún pasaje, habiendo otros tan claros, como los que ya leímos en las preguntas uno, dos y tres.

Reflexión: Somos parte del pueblo de Dios, ahora llamado por Dios mismo Iglesia de Dios, de lo cual nos sentimos profundamente agradecidos y gozosos.