Esta celebración se ordeno desde la salida del pueblo de Israel de Egipto, pero no celebra sino hasta que el pueblo entra a la tierra de Canan, ya que, como dice la lección basada en la palabra de Dios, la celebración consiste en recordar que durante cuarenta años vivieron en cabañas en el desierto. Una vez establecidos en sus casas, salían a vivir en cabañas durante siete días, en la celebración cada año.
En el evangelio de Juan se menciona que Jesús va a Jerusalén a celebrar esta fiesta, lo cual nos confirma lo que dice el apóstol Pablo que el Cristo nació sujeto a esa ley; esto no quiere decir que esa ley (esa fiesta) la debemos celebrar. Como ya se ha dicho en otras lecciones, la ley en cuanto a ritos y ceremonias y lavamientos ha sido abolida en el sacrificio del Señor, porque, como se dijo en la lección pasada, Cristo es el sacrificio perfecto, sustituyendo así toda muerte de animales por el pecado, así como todo acto de lavamiento por la inmundicia y toda celebración ritual, lo cual todo fue como una guía o como dice la escritura un ayo que nos lleva al Señor Jesucristo.
En la actualidad los judíos religiosos siguen celebrando esta fiesta, y en los patios de sus casas, construyen una pequeña cabaña, donde en ciertos momentos de esa semana se meten a orar y a leer algunos pasajes de la escritura. Pero ya no es una celebración tan vistosa como lo fue en la antigüedad o en los tiempos del Señor.
Es muy claro que esta fiesta es totalmente de carácter judío, que tiene que ver con una parte muy significativa de la esencia del pueblo de Israel, por lo cual no es una festividad para la Iglesia de Dios, además de ser una celebración de carácter ritual, y como dijimos, los ritos fueron clavados en la cruz.
En el evangelio de Juan se menciona que Jesús va a Jerusalén a celebrar esta fiesta, lo cual nos confirma lo que dice el apóstol Pablo que el Cristo nació sujeto a esa ley; esto no quiere decir que esa ley (esa fiesta) la debemos celebrar. Como ya se ha dicho en otras lecciones, la ley en cuanto a ritos y ceremonias y lavamientos ha sido abolida en el sacrificio del Señor, porque, como se dijo en la lección pasada, Cristo es el sacrificio perfecto, sustituyendo así toda muerte de animales por el pecado, así como todo acto de lavamiento por la inmundicia y toda celebración ritual, lo cual todo fue como una guía o como dice la escritura un ayo que nos lleva al Señor Jesucristo.
En la actualidad los judíos religiosos siguen celebrando esta fiesta, y en los patios de sus casas, construyen una pequeña cabaña, donde en ciertos momentos de esa semana se meten a orar y a leer algunos pasajes de la escritura. Pero ya no es una celebración tan vistosa como lo fue en la antigüedad o en los tiempos del Señor.
Es muy claro que esta fiesta es totalmente de carácter judío, que tiene que ver con una parte muy significativa de la esencia del pueblo de Israel, por lo cual no es una festividad para la Iglesia de Dios, además de ser una celebración de carácter ritual, y como dijimos, los ritos fueron clavados en la cruz.
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