lunes, 13 de septiembre de 2010

Lección 12 - El Juicio de Pablo


Esta es la penúltima lección del trimestre acerca de la labor evangelista de Pablo por toda la región de Asía, y en esta lección se resumen los capítulos 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, siete capítulos en una lección, lo cual quedo muy bien, porque se explica por si sola, aunque vale la pena leer estos siete capítulos para comprender mucho mejo la lección.

Quiero resaltar algunos pasajes de estos siete capítulos que incluyen todo el proceso judicial del apóstol Pablo, no haré un resumen porque el hermano ya lo hizo muy bien, en la lección.
Justificar a ambos lados
Pablo regresa a Jerusalem y se encuentra con dos panoramas, uno agradable donde los hermanos lo reciben con gran entusiasmo e incluso accede a realizar un rito judío para que vean que al igual que todos los hermanos judíos, él sigue y puede realizar tales actos.
En ese clima es donde se presenta el otro panorama no muy grato para el apóstol; ciertos judíos de Efeso, quines lo reconocen, provocan un gran alboroto donde toman prisionero a Pablo.

En lecciones pasadas hablamos de cómo el santo espíritu de Dios interviene para el beneficio de la obra, y también para proteger a los predicadores de la verdad, y en todo el proceso judicial de Pablo, se nota con toda seguridad la intervención del santo espíritu de Dios. Se dan diferentes eventos para que el apóstol no resulte más dañado de lo que pueda soportar, por ejemplo: El hecho de que intervinieran los soldados romanos, evito que mataran a Pablo; luego apela a su ciudadanía romana para presentarse a juicio en Roma, lo cual le da privilegios; otro evento que beneficia a Pablo es cuando Felix deja de ser gobernador, ya que él no tiene la intención de liberar a Pablo porque cree que le va a dar dinero por su libertad, Festo como nuevo gobernador analiza el caso y se da cuenta que Pablo es inocente, incluso lo presenta al rey Agripa, al cual, Pablo, casi logra que se convierta al Camino de Dios. Pablo es llevado a Roma donde es tratado con dignidad y a pesar de que hay un soldado siempre con él, puede seguir realizando la obra de Dios. Estos eventos no son fortuitos todos son provocados por Dios para que el apóstol cumpla con su misión desde diferentes frentes.

Algo que me parece interesante también es como Pablo no toma una actitud de mártir, lo cual refuerza la lección anterior, ya que Pablo ve la posibilidad de salir bien librado de todo ello, astutamente apela a su ciudadanía romana para evitarse sufrimientos e incluso la muerte, es decir el pensamiento de Pablo no es así: “Como todo esto me viene por predicar a Cristo debo sufrir como él lo hizo”, y se deja azotar y golpear y luego crucificar; eso no pasa ya que Pablo no tiene un espíritu de sufrimiento sino de gozo y como dije antes si ve la oportunidad de salir bien librado de una situación lo hace sin pensarlo, claro todo guiado por el espíritu de Dios.

Reflexión: Puede que todo parezca estar en contra, pero Dios dispone de todo, incluso de fuerzas humanas propias o ajenas, para salir con el menor daño posible. Hablando de nuestra vida material y espiritual.

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