lunes, 10 de enero de 2011

Lección 3 - La bendición del bautismo


Entramos a un tema muy importante para la vida cristiana, incluso podemos decir que es un tema de vida eterna: El bautismo es un evento básico en aquel que ha creído a la Palabra de Dios y desea ser parte de los redimidos a quienes en un futuro; Dios, les dará la vida eterna.

El texto para memorizar nos dice que sin el bautismo luego de arrepentimiento no es posible recibir el espíritu santo, y si no somos guiados por el espíritu santo como podríamos ser hijos de Dios, es por lo cual que el bautizo se vuelve imprescindible si deseamos la promesa de Dios, por eso la lección nos habla de la grande bendición que es el bautizo.

El bautismo es un acto (ritual) en el cual confirmados (públicamente) que Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo ha hecho un cambio sustancial (para bien) en nuestro espíritu. Un vez que hemos hecho este pacto publico con nuestro Padre, ya somos parte de los hijos de Dios. Sólo así tenemos la plena conciencia que lo que recibimos, tanto en lo material como en lo espiritual, son bendiciones que provienen de Dios. Es decir que luego de ser bautizados las bendiciones de Dios se hacen una realidad, constante, en nuestra vida.

Ahora pasemos a las preguntas, y a diferencia de otras ocasiones me gustaría poner mis comentarios con lo números que corresponden a todas las preguntas.

1 En esta pregunta me gustaría leer primero la cita de Juan, ya que son las palabras del Señor las que nos guían al correcto entendimiento de lo que significa el bautismo y de la bendición que obtenemos con ello. El Señor nos habla de un nuevo nacimiento, es decir una transformación hacia una vida diferente, el cual es imprescindible para poder ser parte del reino de Dios. Y notemos que para que se lleve a cabo esta nueva forma de vida (transformación) es necesario tener fe en que Dios lo hace en nuestra vida, por lo cual manifestamos que hemos tenido esa fe a través del bautismo en agua.

2 Noto que esta pregunta no tiene razón de ser ya que es muy claro que Dios envió al mundo a su hijo, para salvar al mundo; sin que distinción de genero, raza, idioma; si aceptamos y creemos que Dios es perdonador, hace la transformación en nosotros. Pero si quiero aclarar el porque de las citas en los hechos: En el pueblo de Israel (hasta la fecha) existe un marcado machismo, algo que hay que erradicar de nuestra comunidad; nuestro Señor Jesucristo, no limita su predicación al genero masculino, por le contrario lo vemos en repetidas ocasiones rodeado e mujeres piados que le seguían, y es debido al machismo que prevalecía en el pueblo judío, en la época en que se escriben los hechos de los apóstoles era sorprendente que se incluyera a las mujeres en esta obra tan maravillosa.

3 La profecía escrita en Isaías 53, se hizo una realidad en Jesús de Nazareth, ese varón es el Mesías, y su muerte por medio de la cruz, sustituía a todos los sacrificio del pueblo judío, que eran para perdón de pecados, así ese sacrificio perfecto y superior beneficia a todo el que cree, haciéndonos hijos de Dios. Esto para el etiope fue une revelación de suma importancia, ya que siendo, él, extranjero no tenia derecho a la remisión de pecados, pero lo que acababa de escuchar le hizo renacer, y solicito inmediatamente realizar el rito que lo convertiría, en todo un hijo de Dios. Notemos algo importante, el etiope no es convertido en el acto del bautismo, él es convertido cuando escucha la palabra de Dios de labios de Felipe, sólo así puede pedir llevar acabo el acto por el cual realiza el pacto con Dios, es decir primero cree y es transformado y luego es bautizado confirmando así esa transformación y fe.

4 Esta pregunta si es muy importante ya que, sólo es a través del Padre y el Hijo, por el poder del Dios, que se pude llevar a cabo el verdadero compromiso de ser hijo de Dios: No hay otro nombre por el cual podamos ser libres del pecado, Hch 4.12.

5 Es muy claro que el bautismo con arrepentimiento es el acto con el cual confirmamos que creemos que Dios nos ha perdonado nuestros pecados.

6 Ahora formamos parte de los seres que Dios va renovando día tras día, hasta llegar a una limpia conciencia o lo que es lo mismo la estatura de nuestro Señor Jesucristo.

Reflexión: El bautismo es una gran bendición, ya que a través de este acto, pasamos a ser formar parte del pueblo santo de Dios. 1Pe 2.9.

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