lunes, 4 de abril de 2011

Lección 2 – La historia de la Iglesia de Dios en el nuevo testamento

En esta ocasión el titulo de la lección si esta acorde al contenido de la misma, en la cual analizaremos el origen de la Iglesia de Dios, el cual esta en el mismo Jesucristo.

El texto para memorizar nos ilustra sobre el inicio de la Iglesia de Dios, el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo instituye la Iglesia. Le declara al apóstol Pedro el propósito de fundar un grupo de personas que siguieran la doctrina que vino a predicar, la doctrina que su Padre nos dio.

La lectura base en Pedro en su primera carta, nos dice a toda la Iglesia sobre quien esta fundamentada la misma, y es el propio Cristo, no hay otra piedra principal, sino el Señor, no hay otro fundamento sino Cristo mismo.

La introducción de la lección nos lleva paso por paso desde que Jesucristo inicia su ministerio, hasta donde es crucificado; pero es en ese espacio de tiempo, donde revela a uno de sus apóstoles el propósito de que ese grupo de seguidores permanecieran juntos, formando una unidad que El siempre guiara. Este grupo de personas en un principio fueron llamados, por la sociedad que les rodeaba, cristianos; pero en el seno mismo del grupo se conocían como Iglesia de Dios. El último párrafo tenemos varias citas donde el apóstol Pablo nos llama Iglesia de Dios.

Hasta aquí la lección esta muy bien estructurada tanto en comentarios como en textos, pasemos a las preguntas.

Las preguntas uno, dos y tres, son bastante educativas, sólo tengo comentarios sobre la pregunta cuatro, en la cual veo que las citas que se han puesto están algo forzadas, ya que no hay ninguna cita que nos diga abiertamente que esa Iglesia que funda Cristo Mt 16.18, debe ser llamada Iglesia de Dios, ni mucho menos que alguien le haya puesto ese nombre.

Como iglesia sabemos que ese es el nombre de la Iglesia que funda Cristo porque así la llama el apóstol Pablo en las diversas provincias donde existía ese grupo. Así queda asentado en las Escrituras el nombre de creyentes del Hijo y del Padre. No requerimos de forzar ningún pasaje, habiendo otros tan claros, como los que ya leímos en las preguntas uno, dos y tres.

Reflexión: Somos parte del pueblo de Dios, ahora llamado por Dios mismo Iglesia de Dios, de lo cual nos sentimos profundamente agradecidos y gozosos.

No hay comentarios: