Una lección muy atinada para los niños, pero que seria muy bueno, que los padres también la recibieran, ya que somos nosotros, como padres quines les damos, conciente o inconscientemente, a nuestros hijos, los hábitos, buenos y malos. Casi siempre no nos damos cuenta que tenemos un mal hábito, ya que s que así hemos sido toda la vida, por lo cual creemos que estamos muy viejos para cambiar esos malos hábitos. Pero no nos hemos puesto a reflexionar que esas actitudes son las que no permiten desarrollar nuestro espíritu, y lo que es peor, es lo que ven nuestro hijos y es lo que ellos imitan de nosotros.
Cierto día decía un siquiatra que un regalo que le podemos hacer nuestros hijos es un espejo, porque ellos son eso, un espejo nuestro; en ellos se refleja lo que somos. Si vemos que nuestros hijos son berrinchudos es porque nosotros lo somos, si son envidiosos, por igual, si son egoístas de la misma forma; todos y cada uno de nuestros hbitos se los dejaremos de herencia nuestros hijos.
De manera que esta lección, es una gran oportunidad para que los padres reflexionemos sobre lo que estamos dando a nuestros hijos, en verdad no hay que dejar ese trabajo a la iglesia, nuestros hijos son responsabilidad nuestra no de los ministros o pastores.
Y si vemos en ellos alguna habito que no nos gusta, no hay que castigarlo, hay que felicitarlo porque al fin esta siendo como nosotros somos, ahora que si con todo quiere corregir al niño, primero hay que corregirnos nosotros, para que nuestro hijo vea los cambios, y así empezar a promover los buenos hábitos o valores, que harán de nuestros hijos personas felices y que en un futuro, también puedan desarrollarse espiritualmente.
En cuanto al contenido de la lección no tengo comentarios salvo que la lectura base esta equivocada, ya que la carta los Efecios no llega al capitulo 8, de forma que por el versículo para memorizar puede quedar como lectura Efecios 4 17-29, que son varios ejemplos de malos y buenos hábitos.
Reflexión: Promovamos buenos hábitos en nuestras casa, para que nuestros hijos por igual sean individuos de buenos hábitos.
Cierto día decía un siquiatra que un regalo que le podemos hacer nuestros hijos es un espejo, porque ellos son eso, un espejo nuestro; en ellos se refleja lo que somos. Si vemos que nuestros hijos son berrinchudos es porque nosotros lo somos, si son envidiosos, por igual, si son egoístas de la misma forma; todos y cada uno de nuestros hbitos se los dejaremos de herencia nuestros hijos.
De manera que esta lección, es una gran oportunidad para que los padres reflexionemos sobre lo que estamos dando a nuestros hijos, en verdad no hay que dejar ese trabajo a la iglesia, nuestros hijos son responsabilidad nuestra no de los ministros o pastores.
Y si vemos en ellos alguna habito que no nos gusta, no hay que castigarlo, hay que felicitarlo porque al fin esta siendo como nosotros somos, ahora que si con todo quiere corregir al niño, primero hay que corregirnos nosotros, para que nuestro hijo vea los cambios, y así empezar a promover los buenos hábitos o valores, que harán de nuestros hijos personas felices y que en un futuro, también puedan desarrollarse espiritualmente.
En cuanto al contenido de la lección no tengo comentarios salvo que la lectura base esta equivocada, ya que la carta los Efecios no llega al capitulo 8, de forma que por el versículo para memorizar puede quedar como lectura Efecios 4 17-29, que son varios ejemplos de malos y buenos hábitos.
Reflexión: Promovamos buenos hábitos en nuestras casa, para que nuestros hijos por igual sean individuos de buenos hábitos.
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