Enseñarle a nuestros niños que son hijos de Dios es primordial, enseñarles como se conducen los hijos de Dios es muy bueno, pero enseñarles a nuestros niños lo que deben hacer los hijos de Dios, es una forma errónea de enseñanza.
Los hijos de Dios no debemos hacer o dejar de hacer, los hijos de Dios hacemos y/o no hacemos, ya que nuestra conducta es una forma de vida (producto de la transformación que el Señor nos otorga) no un deber producto de una presión que ejerzan en nosotros.
He leído la lección y hay varias partes donde el ser hijos de Dios se ve como un deber, es decir como si fuésemos seres a los que están entrenando, para actuar de tal o cual manera antes diversas circunstancias, cuando el ser hijos de Dios no es así.
Hemos sido transformados por el poder de Dios, por lo cual nuestra conducta cambia 1Jn 3.6-9; es claro que si el Señor ha redimido nuestras vidas y existe la simiente de Dios dentro de nosotros, todo nuestro ser sera diferente incluyendo nuestra conducta, todo cuanto somos ha cambiado en nuestro ser, y es así que lo que hacemos no es un deber sino una forma de vida, Ga 2.20; como el Señor vive en nosotros, el cumplir todos los mandamientos de Dios no es gravoso ni mucho menos un deber, por el contrario lo hacemos porque así somos los hijos de Dios 1Jn 5.1-3.
Comentemos sobre la lección.
Objetivo.
El objetivo esta mal, ya que los hijos de Dios son verdaderos, en el ser humano que acepta al Señor, Dios deposita su simiente en él; por lo cual no puede haber falsos hijos de Dios; así que el objetivo debe quedar así: Conocer como son los hijos de Dios.
Introducción.
Párrafo cuatro: En el párrafo anterior (tercero) se dice que se consigue ser hijos de Dios cuando aceptamos al Señor en nuestro corazón, algo totalmente cierto; entonces este párrafo cuatro esta mal, ya que el mantenernos en el camino y guardar los mandamientos no es para lograr ser hijos de Dios o para conservar la calidad de hijos de Dios, eso lo hacemos porque somos hijos de Dios y es nuestra forma de vida, entonces debe decir: Como somos hijos de Dios permanecemos en el camino y guardamos los mandamientos de Dios.
Párrafo cinco: Sí hay una lucha entre el bien y el mal dentro de nosotros, pero esa lucha no es siempre, esa lucha llega a su termino cuando aceptamos que el Señor cambie nuestra vida, el deposita su simiente dentro de nosotros y desde ese instante somos hijos de Dios, y ya podemos cumplir con las leyes de nuestro Padre celestial.
Preguntas:
Pregunta dos: Esta pregunta esta mal planteada, ya que si somos hijos de Dios es porque ya hemos elegido servir al Padre, por lo cual esta de más la pregunta.
Pregunta tres: Una vez que hemos aceptado ser hijos de Dios, Dios ya no nos da opciones, sino que nos sustenta en la decisión que hemos tomado, y pone todo lo necesario a nuestro favor para seguir siendo hijos de Dios.
Los hijos de Dios no debemos hacer o dejar de hacer, los hijos de Dios hacemos y/o no hacemos, ya que nuestra conducta es una forma de vida (producto de la transformación que el Señor nos otorga) no un deber producto de una presión que ejerzan en nosotros.
He leído la lección y hay varias partes donde el ser hijos de Dios se ve como un deber, es decir como si fuésemos seres a los que están entrenando, para actuar de tal o cual manera antes diversas circunstancias, cuando el ser hijos de Dios no es así.
Hemos sido transformados por el poder de Dios, por lo cual nuestra conducta cambia 1Jn 3.6-9; es claro que si el Señor ha redimido nuestras vidas y existe la simiente de Dios dentro de nosotros, todo nuestro ser sera diferente incluyendo nuestra conducta, todo cuanto somos ha cambiado en nuestro ser, y es así que lo que hacemos no es un deber sino una forma de vida, Ga 2.20; como el Señor vive en nosotros, el cumplir todos los mandamientos de Dios no es gravoso ni mucho menos un deber, por el contrario lo hacemos porque así somos los hijos de Dios 1Jn 5.1-3.
Comentemos sobre la lección.
Objetivo.
El objetivo esta mal, ya que los hijos de Dios son verdaderos, en el ser humano que acepta al Señor, Dios deposita su simiente en él; por lo cual no puede haber falsos hijos de Dios; así que el objetivo debe quedar así: Conocer como son los hijos de Dios.
Introducción.
Párrafo cuatro: En el párrafo anterior (tercero) se dice que se consigue ser hijos de Dios cuando aceptamos al Señor en nuestro corazón, algo totalmente cierto; entonces este párrafo cuatro esta mal, ya que el mantenernos en el camino y guardar los mandamientos no es para lograr ser hijos de Dios o para conservar la calidad de hijos de Dios, eso lo hacemos porque somos hijos de Dios y es nuestra forma de vida, entonces debe decir: Como somos hijos de Dios permanecemos en el camino y guardamos los mandamientos de Dios.
Párrafo cinco: Sí hay una lucha entre el bien y el mal dentro de nosotros, pero esa lucha no es siempre, esa lucha llega a su termino cuando aceptamos que el Señor cambie nuestra vida, el deposita su simiente dentro de nosotros y desde ese instante somos hijos de Dios, y ya podemos cumplir con las leyes de nuestro Padre celestial.
Preguntas:
Pregunta dos: Esta pregunta esta mal planteada, ya que si somos hijos de Dios es porque ya hemos elegido servir al Padre, por lo cual esta de más la pregunta.
Pregunta tres: Una vez que hemos aceptado ser hijos de Dios, Dios ya no nos da opciones, sino que nos sustenta en la decisión que hemos tomado, y pone todo lo necesario a nuestro favor para seguir siendo hijos de Dios.
Pregunta cinco: Otra ves el deber, no es un deber el portarnos bien, es una forma de vida, Dios ha transformado nuestra mente Ef 4.23, si Dios ha renovado nuestra mente también nuestra conducta. Así actuamos los hijos de Dios, de acuerdo a su voluntad.
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