En esta lección estudiaremos como la influencia del santo espíritu de Dios, determina los lugares que habría de visitar el apóstol Pablo, para la predicación de la palabra de Dios.
El capitulo 16 de los Hechos en sus versículos 6, 7 y 9, nos muestra claramente como actúa el poder de Dios (su espíritu), quien determina el camino que han de tomar los apóstoles, a pesar de que ellos ya habían decidió que lugar visitar. Se nota que es voluntad del Padre y a través de su Santo espíritu lo hace saber a los póstoles; en un lugar les prohíbe hablar la palabra de Dios y en otro momento no les permite dirigirse hacia a cierto lugar, más adelante por medio de una visión le hace ver al Pablo en que lugar la predicación debe llevarse acabo.
Esto nos enseña que el trabajo en la obra de Dios, no se realiza por voluntad nuestra sino por voluntad del Padre. También aprendemos, por medio de la con la conducta de Pablo, la humildad que tienen al someterse a los designios de Dios, y aceptar cuando Dios le permite actuar y cuando no.
En esta lección no tengo mayores comentarios, ya que por si sola se explica, sólo es cuestión de seguir bien la lección y obtendremos una buena enseñanza.
Sólo quiero hacer mi comentario sobre la última pregunta: En la actualidad ¿cómo identificar la voluntad de Dios? En los versículos que vimos, no nos dice como es que el espíritu les dice a los apóstoles que es lo que deben hacer y que es lo que no deben de hacer, salvo en la visión; en los casos anteriores no es especifico en como manifiesta su voluntad, lo que si es cierto es que el apóstol sabe e identifica, a ciencia cierta, que es Dios quien le indica lo más apropiado en el momento para la evangelización de esa región, y esto se debe a que el apóstol también fue un templo del Santo espíritu, por lo cual hay compatibilidad entre lo que Dios determina y lo que el apóstol hace; en la actualidad, también seguimos siendo guiados por el espíritu de Dios, pero ya no oímos voces o tenemos visiones o sueños que nos indiquen el camino a tomar, lo que hacemos antes de iniciar cualquier actividad que tiene que ver con la obra de Dios es orar y en algunos casos ayunar también, para ser dirigidos por el espíritu de Dios, y de alguna forma Dios nos guía para que todo se haga conforme a su voluntad, aunque a veces ( por cuestiones de nuestra naturaleza humana) es más difícil aceptar la voluntad de Dios que identificarla.
La fotografía : Monasterio eslavo de Ohrid en Macedonia
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