lunes, 26 de julio de 2010

Lección 5- El resultado de la predicación en Iconio y Listra


El capitulo 14 de los Hechos nos muestra la última parte del primer viaje del apóstol Pablo con Bernabé, por la región nororiental del Mediterráneo. Viaje que sirvió para que en esa región se diera a conocer la palabra de Dios y se establecieran diversas congregaciones de la iglesia de Dios. Cabe destacar que es en este viaje cuando Pablo decide, por la actitud de los judíos, llevar el mensaje de salud a los gentiles.

Los acontecimientos de esta última parte del primer viaje del apóstol, son los que nos ocupan en esta quinta lección del trimestre.

Me gustaría que la lectura base es extendiera a todo el capitulo 14, ya que las preguntas abarcan todo el capitulo y es importante tener una referencia total de toda la lección desde el principio de la misma.

El propósito de la lección se me hace muy atinado, ya que el apóstol Pablo hace referencia a las palabras del profeta Isaías, 49.6, y ratifica la palabra del Señor, en que no sólo él, sino que todo el que sigue al Señor refleja la luz del Cristo, y se convierte en luz para el mundo, donde quiera que lleve la palabra.

Ya entrados en la introducción y en la preguntas, vemos varios momentos importantes de la estadía de los apóstoles en Iconio y Listra. Primeramente en Iconio, predica como es su costumbre en la sinagoga, y multitud de judíos creen al igual que muchos judíos griegos. (Es bueno aclarar que en los textos judeocristianos, a los judíos nacidos fuera de Israel, se les llama griegos, como dice en los hechos, 14.1). Pero esa conversión multitudinaria, de judíos, provoca gran celo entre ellos, y éstos manipulando a los gentiles se unen para pretender apedrearlos, pero huyen de esa turba de gente, hacia Listra y Derbe, donde igual siguen predicando el evangelio.

En Listra el apóstol Pablo sigue el ejemplo de nuestro Señor Jesús, haciendo uso de la misericordia, ya que se conduele de la miseria de un hombre lisiado, y con su palabra lo levanta de esa condición, haciéndolo caminar y reconocer la grandeza de Dios; fue tan grande el impacto de este milagro, que la ciudad entera se vuelca a favor de los apóstoles, creyendo que eran los mismísimos dioses venidos del cielo, Júpiter y Mercurio, Mercurio es Pablo porque es el que lleva la palabra; el sacerdote de Júpiter, “como dioses que son”, desea ofrecerles un sacrificio, a lo que el apóstol inmediatamente les dice que eso no es posible, ya que es un ser humano como todos, y es precisamente eso lo que les vienen a enseña; que sólo es al Dios vivo a quien se le rinden todo sacrificio, alabanza y reconocimiento; son esos sacrificios los que se dejan, porque ahora ya se conoce al Dios verdadero. Les costo mucho trabajo a los apóstoles persuadir a la multitud a no realizar ese sacrificio, pero este “desaire” los aprovecharon los judíos e instaron a los gentiles para apedrear al apóstol, el cual quedo tendido en el suelo como muerto y lo sacaron de la ciudad; pero los hermanos se lo llevaron, lo curaron y lo despidieron rumbo a Derbe.

En Derbe, siguieron predicando el evangelio de salud, donde igualmente muchos seguían aceptando la palabra de verdad y donde luego de orar y ayunar y exhortar, constituyen ancianos encargados de las diversas, nuevas, congregaciones de la iglesia de Dios. Así regresan a su punto de partida, Antioquia.

Como podemos ver el trabajo del apóstol fue muy arduo, y lleno de diversas circunstancias donde, sino hubiese sido llevado, guiado, y sobre todo sustentado por el santo espíritu, habría segado en esta labor tan hermosa.

Reflexión: Es pues el espíritu de Dios quien nos sustenta en todos los sentidos para seguir con el trabajo en la obra de Dios.

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